Repensar a Mèxico: EPN
PURGATORIO:
El gobernador Enrique Peña Nieto, señaló que si bien se reconoce que hay avances, la realidad en nuestro país es que todavía hay 50 millones de mexicanos pobres en distintas modalidades y que no se ha podido lograr un crecimiento con equidad; por lo que indicó, que en el marco del Bicentenario de la independencia y Centenario de la Revolución mexicana, “más allá de las acciones que se están realizando para conmemorar estas fechas, es muy importante aportar ideas que se traduzcan en iniciativas, proyectos y políticas públicas que permitan mejorar la calidad de vida de los mexicanos”.
Lo anterior durante una reunión previa al inicio del Quinto Foro de Reflexión con el Eje Temático Calidad de Vida, en presencia de varios conferencistas, entre ellos Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz y el Doctor Julio Frenk Mora, así como diversos panelistas.
Peña Nieto señaló que el Estado mexicano no ha tenido la capacidad y menos la eficiencia para cumplir con la generación de condiciones que realmente eleven la calidad de vida de los mexicanos. Puntualizó que con la realización de estos foros se contribuye a repensar a México y aportar ideas sobre hacia dónde se quiere transitar en los próximos años, con el propósito de hacerle frente a los retos de nuestro país.
Hizo énfasis al mencionar que esta celebración que tendremos los mexicanos “es el espacio oportuno para aportar lo mejor de nuestra experiencia, talento y habilidad, para poder definir un mejor derrotero para nuestro país. Es la contribución que quiere hacer el Estado de México en ese propósito”.
PARAISO:
Es tiempo de impulsar una nueva generación de reformas de tipo legal, financiero, gerencial e institucional, así como destinar al menos el 7 por ciento del Producto Interno Bruto al sector salud, porque de lo contrario no se podrá hacer frente con éxito a los retos demográficos que exigen hoy una nueva visión de las políticas públicas, expresó el doctor Julio Frenk Mora, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, al presentar la Conferencia Magistral del Panel Retos Demográficos, como parte de los Foros de Reflexión, Compromiso por México, Eje Calidad de Vida.
El que fuera secretario de Salud, entre los años 2000 y 2006, del gobierno federal, presentó una visión histórica de la evolución de la medicina en México, recordando que a principios de siglo la esperanza de vida de la población sólamente era de 30 años y que en la actualidad el promedio es de 70 años.
Destacó que en el año 2000 los adultos mayores superaron a la población infantil en el mundo, y que para 2007 la población urbana rebasó a la rural con un signo característico: La reducción de población menor a los 5 años de edad.
A la par de lo anterior, explicó, aumentó la población de más de 60 años, lo que trajo implicaciones en la vida cotidiana y cargas financieras que ejercen presión sobre las políticas de salud, no sólo de México, sino del mundo entero.
Hizo mención al llamado Bono Demográfico, y lo calificó como una oportunidad para el desarrollo, ya que al disminuir la tasa de fecundidad “la población crece en edad y se vuelve productiva”, convirtiéndose en sostén de la sociedad.
Habló también del descenso de la mortalidad y de la reducción de muerte infantil por enfermedades infecciosas, señalando que en cuatro décadas la proporción de muertes se invirtió, lo que dijo responde al reloj biológico natural y la salud se vuelve una condición de vida
Dijo que a la fecha hay 41 millones de adultos, 6 millones de adolescente y 4 millones de niños que padecen obesidad, fenómeno que empieza a ser conocido como Globesidad, y reconoció que actualmente “estamos siendo víctimas de nuestros éxitos, ya que gracias al avance de la medicina acabamos con las enfermedades baratas, sin embargo, ahora nos enfrentamos a las enfermedades caras como el cáncer y la diabetes, lo que implica un nuevo reto para cualquier sistema de salud.
Para ello hizo un llamado a promover una nueva generación de reformas (legal, financiera, gerencial e institucional), que sirvan como base para establecer políticas de estado que den sustento y se sustenten en la salud, así como invertir en investigación y garantizar por lo menos una aportación gubernamental del 7% del PIB al sistema de salud pública.
Sobre el Seguro Popular, dijo que su origen se debe a que en el año 2000 alrededor de 4 millones de familias mexicanas pobres pagaban por los servicios de salud, lo que acentuaba su factor de empobrecimiento. Hoy existen ya 37 millones de personas afiliadas al Seguro Popular, que sumadas a la afiliación del IMSS e ISSSTE, indica que 90 millones de mexicanos ya cuentan con algún sistema de protección social en salud.
Defendió ese programa federal y dijo que está dirigido a subgrupos de la población, como son los trabajadores no asalariados, y mencionó como ejemplo a campesinos, comerciantes, y otros que no tienen un patrón que les pueda proporcionar la seguridad social.
Se refirió al sistema universal de salud como una responsabilidad esencial del Estado ya que éste debe garantizar la protección física, civil, jurídica y social de la población a través de un sistema de protección social universal que tenga como eje la promoción, la previsión y la protección social, así como un mismo nivel de calidad, de forma igualitaria para todos.
Julio Frenk propuso explorar políticas innovadoras para que el Estado se haga de recursos y mencionó que para ello se requieren esquemas fiscales avanzados para aumentar el financiamiento y dar paso a la creación de un fondo para atender situaciones de salud catastróficas que afectan a las familias.
INFIERNO:
Por su parte, el Doctor Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz, mencionó que en Bangladesh, a través del Banco Grameen, se otorgan créditos a las personas pobres, toda vez que las instituciones bancarias no otorgan préstamos a quienes se encuentran en la esa condición; refirió que ya suman 8.3 millones de acreedores, de los cuales el 97 por ciento son mujeres.
Refirió que en ese país ubicado en el sur asiático, se conformaron diversas compañías como la de los celulares, de salud, de agua y comida, que no generan dividendos, sino que se convirtieron en empresas sociales, pues la idea es cambiar los problemas y resolverlos, cambiar mundo, con el propósito de mejorar la vida de los habitantes de ese país.
Dijo que esta idea se ha difundido por todo el mundo y que actualmente ya se ha convertido en una política en diversos países; no obstante, repuso, falta crear una ley bancaria por separado, es decir un banco para pobres, a fin de impulsar los microcréditos. “Creamos el microcrédito para ayudar a la gente menos favorecida, no para volvernos ricos; se creó el Banco Grameen para ser propiedad de los pobres y es la institución financiera más grande en Bangladesh”.