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miércoles, 28 de abril de 2010

HIJO PRODIGO DE LA UNIVERSIDAD

Desprecia la UAEM a López Mateos



PURGATORIO:

Ni modo, diputado Víctor Humberto Benitez Treviño, su jugada no funcionó y la Uaem le cerró los portones del futuro a don Adolfo. Será para el otro intento, pues.

Mientras, ayer durante el informe de actividades del director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, el rector Eduardo Gasca Pliego Nelson Arteaga Botello, sostuvo una larga charla con alumnos de esta Facultad, así como algunos de Medicina y Química a quienes explicó la medida tomada por las Comisiones Permanentes del Mérito Universitario y de Legislación Universitaria, así como la Especial del Programa Legislativo, de no adicionar el nombre de Adolfo López Mateos a la UAEM.
Esto le valió el reconocimiento de esta parte de la comunidad universitaria por su disposición y apertura al diálogo.
López Mateos fue un político inteligente, carismático, de “ojo alegre”, bueno para la oratoria y montañismo en El Nevado. Pasó por la Uaem y llegó a ser Presidente de los mexicanos. Pero, hasta ahí, porque muchas voces no quisieron que a la universidad mexiquense se agregara el nombre Adolfo López Mateos, y la propuesta de un sector de estudiantes, maestros y personal académico se quedó en letra muerta.

Fue otro golpe a ALM; el primero se lo dieron cuando defendió a José Vasconcelos y algunos historiadores aseguran que ese garrotazo fue el origen del aneurisma que en 1969 lo llevó a la tumba.

Dos o tres anécdotas retratan a este político, cuya cabeza-escultura de piedra descansa en el cerro de Ciudad Universitaria de Toluca y podría desaparecer un día de estos, dados los recientes acontecimientos:
Relata Humberto Romero Pérez, que fuera Jefe de Prensa del Presidente Adolfo Ruiz Cortines y secretario particular del Presidente Adolfo López Mateos en su libro de reciente impresión “Los dos Adolfos”:
Siendo ya ex Presidente, Adolfo López Mateos, que era muy popular entre la ciudadanía, rechazó tener un encuentro o saludo en el estadio donde se inauguraron las Olimpiadas , con el Presidente Gustavo Díaz Ordaz, que quería saludarlo en el palco donde estaba.
López Mateos escurrió el bulto pretextando la necesidad de ir al baño. El Presidente Díaz Ordaz quería que los aficionados lo vieran con su antecesor, pero éste se negó.
Ello se explica después: Decepcionado, olvidado y traicionado por el hombre que lo sucedió en el cargo, en una ocasión, ya enfermo y casi llorando, López Mateos le preguntó a Humberto Romero: ¿Qué le he hecho a Gustavito para que me trate así?
A lo que Humberto le respondió: Señor, lo hizo usted Presidente.
En 1962 el presidente norteamericano visitó la Ciudad de México. López Mateos le organizó una bienvenida de apoteosis, desde el aeropuerto hasta el Zócalo.
Romero Pérez recuerda que “hubo una comida en el Hotel María Isabel. El Presidente Kennedy ocupaba el lugar de honor y a la derecha de nuestro Mandatario estaba la hermosa Jaqueline”.
El autor parece regodearse con la anécdota. Textual:
“En algún momento Kennedy le dice a López Mateos: ‘qué precioso reloj trae usted’. Mi jefe se lo quitó y lo puso en manos de su homólogo. ‘Es suyo, señor Presidente’, le dijo. Después de un rato, dijo López Mateos a Kennedy: ‘Su esposa es muy bonita’ Kennedy le devolvió el reloj”.

PARAISO:
Entre 1923 y 1925, López Mateos estudió de manera irregular en la Escuela Nacional Preparatoria. En 1926, viviendo en Toluca, continúa sus estudios de secundaria y bachillerato en el famoso Instituto Científico y Literario de Toluca, dirigido por el enérgico sobrino de José Vasconcelos, Eduardo Vasconcelos Pérez. Ahí, para costearse sus estudios, buscó que lo nombraran bibliotecario.
Hay confusión respecto al año de su nacimiento, 1909 o 1910, y sobre su origen, pero algunos libros señalan que nació en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, el 26 de mayo de 1910; fue el menor de cinco hermanos, siendo sus padres Mariano Gerardo López y Sánchez Román y Elena Mateos y Vega.
Es un misterio el origen de Adolfo López Mateos: ¿Se debería haber llamado Adolfo de Murga Mateos?

Me enteré hace algunos ayeres de la revelación que hace Regina Santiago Núñez en su libro “Gonzalo de Murga y Suinaga, Un Quijote en México”.

Dice Regina que el ex presidente de México, Adolfo López Mateos no era hijo de Mariano López y de Elena Mateos, como se pensaba, sino que el verdadero padre era Gonzalo de Murga, quien además es abuelo también de ella.

Explica la escritora que Andrés Henestrosa la impulsó a revelar el secreto de familia guardado durante años. La reunió con Jacobo Zabludovsky en el Sanborns de la calle de Madero, en la Ciudad de México, en septiembre de 2003 y ahí ella se comprometió a escribir el libro que se terminó de imprimir el 7 de abril de 2005, editado por Porrúa.

Gonzalo de Murga nació en Markina, España, el 26 de noviembre de 1869, llegó a México en 1888 y tras publicar varios libros de poesías se fue a radicar al Ingenio de Santo Domingo, Oaxaca, en 1914. Murió asesinado el 28 de junio de 1934, a los 64 años de edad.

Varias biografías de López Mateos señalan que el ex presidente nació el 26 de mayo de 1909 en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y murió el 22 de septiembre de 1969 en la Ciudad de México.
Sus padres fueron el cirujano dentista Mariano Gerardo López y la señora Elena Mateos Vega. Don Mariano murió cuando Adolfo tenía cinco años de edad, en 1914.
Se sabe que Adolfo hizo un viaje a pie a Guatemala en 1926 y Regina dice que en el camino pasó a saludar a De Murga a su ingenio.
En 1929, luego de participar en la campaña de Vasconcelos por la presidencia, López Mateos regresó a Guatemala a vivir un tiempo, huyendo. Este hecho y el viaje a pie han formado parte de otra leyenda o rumor, que dice que el ex presidente realmente nació en Guatemala.
Regina Santiago aclara que el acta de nacimiento de Adolfo que asienta que nació en Atizapán es falsa y que se le consiguió para que pudiera participar en un concurso de oratoria.

Por otra parte, en el libro se afirma que Henestrosa ya conocía el rumor de que López Mateos era hijo de Gonzalo de Murga y que por eso, conociendo el parentesco con Regina, la motivaba para que escribiera al respecto.

Si ese secreto hubiera sido conocido por los rivales de don Adolfo, nunca lo habrían dejado llegar a la presidencia, en ese entonces la Constitución no permitía que los hijos de extranjeros ocuparan el cargo.

¿Pudo tal secreto resistir el paso de tantos años antes de salir a la luz? La escritora reconoce que tal vez ni siquiera el mismo López Mateos lo sabía.


INFIERNO:

La investigadora del Colegio de México, Soledad Loaeza aseguró que no existe un acta de nacimiento que compruebe que el ex presidente de México, Adolfo López Mateos era mexicano, pues de acuerdo a un archivo documental precisa que el ex mandatario era de origen guatemalteco.

Incluso, dijo que en 1946, un senador adversario de Ruiz Cortínez presenta la denuncia ante la Comisión Revisora del Congreso, caso que se discutió en el Pleno pero que el expediente que presentó para responder a las acusaciones no contaba con un acta de nacimiento mexicana.

La denuncia no fue convincente, de acuerdo con los legisladores de entonces, y se argumentó que no se presentaron elementos considerados firmes y sólidos, incluso en el dictamen final, dice “si no hubiera nacido en territorio mexicano, Adolfo López Mateos es hijo de padre mexicano”, una afirmación que tampoco se ha comprobado.

Cuando lo lanzan como candidato a la Presidencia de la República empatan la fecha y le ponen 1910, justo cuando dio inicio la Revolución Méxicana.

Soledad Loaeza, comentó que Adolfo López Mateos no era parte del Grupo Atlacomulco, sólo que se le relacionaba porque su padrino era uno de los fundadores de esa organización política, Isidro Fabela, y es quien lo promueve para la candidatura al Senado de la República y como director del Instituto Científico y Literario de Toluca.

Yolanda Senties, senadora por el Estado de México, publica el expediente que López Mateos presentó a la Comisión Revisora del Senador en 1946 y que prácticamente hunden a quien fuera presidente de México porque no termina la preparatoria y no puede acreditar el título de licenciatura.