MINIFALDAS
Arcadio Acevedo
DEDICATORIA CORDIAL
A Karina y Nicholas, ahora en su faceta de actor televisivo.
PREMIOS
En días pasados, a propósito de la convocatoria de la FAPERMEX solicitando propuestas de candidatos a los premios de periodismo de esa Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, un apreciado amigo, columnista de un diario tuxtleco, entre serio y divertido me envió el nombre de dos personas que, en su opinión, serían los distinguidos con tan prestigiado galardón en 2010. Me pedía, en correspondencia, formular mi quiniela personal.
Extraña coincidencia, minutos antes, revisando mi correo, había visto una fotografía enviada por Miguel González Alonso. En ella aparecía él, en la plaza de La Libertad, junto a cuatro colegas, protestando contra la “ley mordaza” instaurada por Pablo Salazar (luego dorada, rebautizada y sostenida por Sabines Guerrero).
Siguiendo el juego propuesto por mi amigo, suprimí en photoshop al personaje de la extrema izquierda (me refiero a su ubicación en la foto), al propio Miguel González (dueño ya de esa presea y una docena más) y remití la imagen con la tripleta restante a mi cuate: “Me dejé llevar por el criterio del denominador común: los tres son ex trabajadores de Cuarto Poder, el negrito de la feria, hoy en día, para cierto sector de la prensa vernácula”, decía el recado adjunto.
“Jajajá, si fuera quiniela no sacarías ni la lengua, estás perdido”, fue su respuesta. Sabido es que no atino a ensartar la hebra en el ojal de una aguja, pero en esta ocasión, de manera insólita, acerté tres de tres: Ángel Mario Ksheratto, Sergio Melgar y Carlos Z. Cadena son los premiados de Chiapas.
APREMIOS
Siete temporadas con el Barcelona le bastaron a Rafael Márquez para consolidarse como el futbolista mexicano ganador de más títulos en la historia de este deporte. Le sigue Hugo Sánchez.
En sólo la mitad de un sexenio, Miguel González y Mario Ksheratto se han convertido, en Chiapas, en el parangón de ambos deportistas, pero en el más noble rubro del periodismo. Muchos jóvenes habrá, supongo, ansiosos de seguir los pasos de ambos para triunfar en el medio, en la vida.
Es hora de congruencia, opinamos. Tiempo para que uno y otro íconos de la libertad y el valor civil -González, Ksheratto-, decidan desmarcarse públicamente de dos libelos cibernéticos (Expediente 2010 y Real Chiapas o Chiapas real), hundidos hasta el cuello en el cobarde anonimato, en la ilegalidad, que los ha incluido a ambos entre sus arietes y colaboradores, a través de retomar textos suyos (sin la respectiva autorización, de seguro).
PORMENORES DE PORMAYORES
Como el pergeñador de este libelo en Michoacán, González Alonso nació en el Distrito Federal y Mario Ksheratto en la hermana república de Guatemala. Los tres somos chiapanecos porque así lo contempla la Constitución del estado, tras cinco años de residencia.
Aunque sea por omisión, no deberían avalar a quienes, en pleno incendio de la nefasta ley Arizona, se refieren a los “fuereños” peyorativamente, estúpidamente, en una entidad que de veinte años a la fecha se ha transformado en un principal expulsor de mano de obra, a resultas de la pobreza nativa.
En una entidad donde el propio gobernador ostenta acta de nacimiento tlaxcalteca (¿hidalguense?, ¿defeña?, ya no recuerdo): donde los hombres fuertes de su gabinete no vieron en este suelo la primera luz (aunque, a todas luces, se han hecho de la pura luz en el desempeño de su cargo).
FRÍO LETAL
Qué sola está la prensa en este país. Te insultan, te secuestran, te matan y no pasa nada. Al contrario, a muchas personas les da gusto, tus mismos compañeros lo festejan. Esto es un asco.
Y sí, sí es diferente a lo que pasa cuando insultan, secuestran o matan a un indígena, a una profesionista o a un empresario. A lo mejor muchos de mis colegas, por lo mismo que están muy metidos en sus catorce mil trabajos, no se han dado cuenta, pero la gente odia a los medios con la misma fuerza con la que odia a los políticos.
(…) Hay una distancia enorme entre el pueblo y la prensa, grupos que jamás terminan de sentirse satisfechos con lo que están recibiendo, que acusan a los periodistas de vendidos, de espurios, de traidores.
En lo que se tiene que trabajar ahora es en la reconciliación de la prensa con el pueblo de México, en estrechar vínculos para que cuando se vuelvan a dar estos problemas, las reacciones sean diferentes.
Para que cuando se realice el ejercicio periodístico, el auditorio reciba la información como la tiene que recibir porque, después de haber visto todo lo que vi, tengo mis dudas. Siento que la prensa está por un lado y la gente, por otro. ¿Usted no?
¡Atrévase a opinar! Álvaro Cueva.
DE L@S LECT@RES
Compañeros periodistas: Como ustedes saben, nuestro compañero Mauricio Espinosa reportero de medios locales en Chiapas, se encuentra delicado de salud. Hoy más que nunca necesita de nuestro apoyo y solidaridad para enfrentar una enfermedad terrible y muy costosa. Por ello, decidimos realizar nuevamente una colecta para ayudar a su familia y para demostrar nuestra generosidad.
Es tiempo de demostrar la verdadera solidaridad del gremio periodístico. Hoy por él, mañana (Dios no lo quiera) por alguno de nosotros. Sabemos de la situación económica es difícil en estos tiempos, pero no olvides que el dinero es efímero. El reconocimiento y apoyo a los compañeros, se da en vida. Esperamos contar con tu verdadera generosidad.
Quien nos pueda ayudar intercediendo para que otras personas colaboren, será bienvenido. Vamos a recoger las aportaciones: Lizeth Coello, Patricia Espinosa Leni García, Beatriz Cunjamá y Tania Selvas.
Si prefieres hacer un depósito, el número de cuenta es Perfiles de Banamex número: 5204163879291944 a nombre de Edgar Mauricio Espinosa Penagos
