DEDICATORIA
A mi nieto Oliver porque, al fin, llegó completo y sano ¿Qué más puedo pedir para él en tan difíciles tiempos?
JUDAS HABLANDO DE TRAICIONES
Las uniones entre personas del mismo sexo podrán ser legales, pero seguirajajaján siendo inmoralejejejes: clero. (La risa es de la Pomponia Popomeyá, ama de caza. Sic).
LA GUILLOTINA DE LA LEY EN CHIAPAS
La ley en Chiapas la inventaron los poderosos (políticos y empresarios) para mantener a raya a los miserables y a los miserables plus. A los de mero abajo, pues.
Contraviniendo las leyes, Pablo Salazar Mendiguchía trepó a la gubernatura. De espaldas a la constitución estatal, Juan José Sabines Guerrero inició su escalada a la cúspide del poder vernáculo, en tiempo récord.
Pateando la más elemental justicia, Pablo sembró en el corazón de muchas madres “el pasmo y el azoro” que hoy dice padecer. Encarceló injustamente a sus adversarios. A más de uno lo privó “sólo” de la libertad; a más de uno le arrancó la libertad y la salud; a más de uno le quitó la libertad, la salud y la vida. En ese orden. En ese desorden.
Atropellando las normas a las que tanto alude en los slogans oficiales, Sabines Guerrero también inició, hace rato, la cadena de persecuciones y venganzas políticas en Chiapas.
Pablo permitió que sus más cercanos colaboradores, sus amigos y parientes, hincharan sus alforjas con dinero sucio, ajeno. Juan, ha cerrado los ojos y los oídos ante la voracidad de sus amigos y consanguíneos.
A pie, rumbo a la cristalización de sus ambiciones, Pablo el humilde elogiaba el coraje de los periodistas que se atrevían, “cada día en mayor número y con más fuerza”, a desafiar al gobernador en turno, Roberto Albores, “con sus valientes señalamientos”. Una vez en la cima, desatada la bestia del súper ego, Pablo el soberbio los desnudó, los escupió, los exhibió publicando una prolija lista de adictos al embute.
Juan no canta mal las arias. Con la derecha somete leyes atentatorias contra la libertad de expresión a la venia del congreso; con la izquierda coloca la mordaza dorada en la boca de los periodistas y editores.
En meses pasados, ¿recuerda el presunto y solititío lector?, Juan le tiró a Pablo, de un manotazo, la escolta que lo resguardaba de las mentadas de madre populares. Curándose en salud, reforma constitucional mediante, Juan nos infligió a los chiapanecos la obligación de proteger a ex gobernadores, ex titulares del Tribunal Superior de Justicia del Estado, ex procuradores del estado y ex secretarios de la función pública, durante diez años a partir del término de su función.
Lo dicho: los políticos y poderosos usan las leyes, entre sí, a modo de espantapájaros, de petate del muerto, de espanta suegras, de guaruras individuales. En Chiapas, desde siempre, la guillotina de la ley sólo funciona de arriba hacia abajo.
PD. Conociendo la volubilidad de la fortuna y el carácter humano, confiamos en que el sucesor de Sabines Guerrero, imitando a sus predecesores, eche abajo las reformas que durarán hasta que, a su vez, su sucesor, imitando a sus predecesores, eche abajo las reformas que, a su vez…….
EL EVANGELIO SEGÚN COCOSO
Sabines Guerrero inauguró en tiempo (¡aleluya!) y forma el puente vehicular de Chicoasén. Cumplió con su compromiso de entregarlo antes de la feria anual del poblado. Con el puente de 90 metros de extensión, y banquetas de 1.25 metros, se moderniza el área urbana y se disminuye el tiempo de traslado de los habitantes, beneficiando directamente a más de 3 mil personas. Costó más de 13 millones de pesos.
NANO SEMBLANZA
Se llama Ulbester Alemán Farrera. Nació en el ejido Villa Morelos, municipio de Cintalapa, hace cincuenta años. Es chiapaneco. Usa sombrero. Gusta de obsequiar sombreros a sus amigos, y sí, también es poeta. A mucha honra.
Hace versos desde que tenía once años. Según confiesa, una maestra suya de secundaria, y una profunda pena lo arrojaron en brazos de la poesía, mujer fatal para algunos, virgen milagrosa para otros:
En su incomprendido oficio reconoce las influencias y los consejos de los maestros chiapanecos del género: Armando Duvalier, Raúl Garduño, Joaquín Vásquez y, por supuesto, Jaime Sabines, as de la metafórica baraja.
En opinión de no pocos enterados, y en la suya propia, Ulbester Alemán es un poeta de arcilla y musgo, de selvas perennifolias y de llagas desérticas. Todo en la misma piel. Sus versos son hijos del monte y de las piedras. Son chupamirtos que se creen cenzontles. Y viceversa.
“Pues más que todo por mis vivencias me quedo con la belleza selvática, la belleza ora sí que del ambiente ¿no?”. Un libro suyo “Memorial de la montaña” ha caminado en busca de editor, infructuosamente, once largos años, lamenta el poeta.
Stevens afirma que no hay un material específicamente poético, puesto que el mundo entero es material para la poesía. Pero, cuando ésta se lee (es decir, cuando el mundo se organiza en un poema), la poesía “debe estimular cierto sentido de vivir y estar vivos”. La poesía, pues, se lee con los nervios.
Esta es la voz, la cadencia interior del poeta chiapaneco:
En la cálida noche
Se encuentra el pájaro
Que acompaña a la luna
Y con tono desafinado
Busca el fantasma de su amada
Gorjea un par de años
Anuncia que la lluvia se acerca
Para bañarlos a él y a su fantasma
Reclama que la hemática flor
Templa con su mágica luz
Su plumaje verde oscuro
¡Ah, noche de canto bajo la lluvia!
Si supieras que fría tengo el alma